Hemos vivido un nuevo día de manifestación. Una nueva situación donde el brazo armado de la burguesía dueña de la educación de nuestro país ha manifestado abiertamente todo su poder de disuasión ante los ojos de cada uno de nosotros.
Frente a la actual realidad es que podemos observar en el actuar de quienes controlan a las fuerzas especiales la realidad que acontece cada día y con más fuerza. Los grandes dueños de nuestro país, aquellos que controlan la salud, la vivienda, el transporte y la educación ven con ojos de temor que su pequeña institucionalidad enriquecedora se trunque por la fuerza de un grupo de desplazados, de dominados que han entablado banderas de lucha y que han dicho basta de mendigar aquello que nos pertenece.
Mientras se pregunta a economistas, ingenieros, “expertos” acerca de la educación y su financiamiento, siendo su respuesta pronta un “no tenemos como financiar educación gratuita”, Son aquellos que conviven con la realidad a diario y que es ignorada por el saber embestido de poder, que tiene las soluciones. Y es que ¿por qué no preguntar a los choferes de transantiago acerca de las ganancias encubiertas del transporte público? Consultemos a ellos que sostienen que el petróleo que consumen sus máquinas es financiado por el estado con la plata de todos nosotros. ¿Por qué no preguntar a los mineros acerca de las grandes ganancias y producciones de las empresas internacionales? Hablemos con aquellos que conocen en terreno, mas allá de los balances públicos, las grandes producciones y ganancias que obtienen las mineras internacionales con lo que alguna vez fue nuestro “el cobre”. Preguntemos a tanto ciudadano que vive y lucha cada día por financiar la educación de sus hijos entre gastos y compras que irán directamente a los bolsillos de unos pocos.
Mientras ellos se lo preguntan a los paneles de expertos. En la calle esta la solución, simplemente, recuperar aquello que no se sabe ni se cuenta, recuperar el saber público y denunciar de una vez por todos los arreglos indirectos con empresarios internacionales para hacer creer al pueblo que estamos en un país desarrollado.
La potenciación del movimiento será tal en cuanto la unión real se haga entre estudiantes y trabajadores, ¿quién si no ellos? Aquellos que trabajan arduamente para que sus hijos, todos nosotros, ingresemos a planteles de educación superior. Planteles que en el caso de muchos establecimientos privados lucran con sueños y esperanzas de padres, cuyos hijos no ingresaron a los planteles estatales, muchas veces no por que fueran estudiantes flojos ¿cómo pedir a quien no tiene para comer bien y cuyos padres batallan día a día para conseguir dinero? La excusa del sistema frente a esto es la famosa palabra de moda “esfuerzo”, que gran esfuerzo puede realizarse en los contextos sociales de las poblaciones Chilenas.
Es en general aquellos empresariados dueños de la educación quienes ven sus intereses perjudicados y quienes actuaran de cualquier forma (ya sabemos que lo saben hacer bien) para defender el statu quo de ingresos magnificentes. Mientras los embates sean más grandes, es necesario que la unión entre trabajadores y estudiantes conforme un bloque necesario y firme contra las fuerzas de la oligarquía con el fin de conquistar aquello que siempre debió ser nuestro. La educación gratuita, estatal y de calidad.